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La mirada de Superflicka

general

Poupée de cire

El lunes en la clase de francés el profesor mencionó a France Gall. En realidad mencionó a Françoise Hardy, que grabó un disco con Michel Berger, el marido de France Gall. Yo me emocioné y me puse a enumerar los triunfos de France Gall en su época con Serge Gainsbourg (la única época buena que ha tenido). Dos personas mayores de la clase (los llamaría viejos, pero pongamos que rondan los 50 años, y algunas personas podrían ofenderse) se sorprendieron de que a mi edad y en mi época me guste tanto FG y la música yeyé en general, a lo que yo respondí que he nacido en la época equivocada (algo que creo firmemente, con lo que en el universo paralelo de 1964 debe de haber una chica de ideas avanzadísimas que no logra integrarse en su comunidad).

 

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El caso es que nos pusimos a hablar a la puerta de la Alianza (la Alianza del Mal, la llama una amiga) y les expliqué que en la oposiciones de profa de francés de ESO a las que me voy a presentar, uno de los temas es Historia de la Música Francesa; cosa que me fascina y le he puesto ya dos velas a Santa Rita para que sea uno de los temas que me caigan en el examen (el otro tema que quiero que me caiga es Historia del Cine Francés). Lo de la oposición ya sé yo que está muy mal organizado pero espero suplir el hecho de que no se requiera ningún conocimiento pedagógico con mi auténtica vocación de enseñante. Sin embargo los dos señores mayores de mi clase dijeron que siendo fan del movimiento yeyé me costaría conectar con el alumnado actual, lo cual me afectó mucho.

Rumiando esto me fui de camino a la estación de autobuses de la Sepulvedana, esa gran empresa segoviana que se preocupa por el bienestar de los segovianos y muy especialmente de sus accionistas, y oh sorpresa e indignación: me la encontré cerrada. Di unas tres vueltas a la estación y no encontré ningún resquicio por donde colarme. Resulta que habían decidido trasladarse al intercambiador de Príncipe Pío, pero ningún cartel lo indicaba y yo últimamente tengo la función telepática algo inactiva. Saqué el móvil del bolso para comprobar que seguía sin batería, el muy vil. El cielo se fijó en mí y decidió ponerse a nevar, que siempre hace ilusión, aunque tu único calzado sean unas merceditas de tela y sientas que pierdes sensibilidad en los dedos de los pies.

El caso es que ante la perspectiva de morir de congelación me dirigí a casa de mis tíos en Malasaña con la esperanza que no se hubieran ido ya de vacaciones (por los pelos: se iban hoy). Mi primo tiene una cama doble en su cuarto pero se negó en redondo a dormir conmigo porque va a cumplir 13 años y lleva muy mal lo de dormir solo con una chica, aunque sea yo, que le he criado y le he sacado de paseo y hasta le he dado algún cachete a una niña que se metía con él. Mi primo en general es un cielo y de momento disimula bien que está en la pubertad, salvo por lo de pasar horas en el baño y porque de un tiempo a esta parte se levanta a las seis de la mañana para peinarse antes de ir a clase. Aparte de eso es muy buena gente y estudia mucho, con lo que sus padres y yo estamos muy orgullosos.

Así que mi primo durmió en el sofá del salón para que yo pudiera dormir en una cama, lo cual agradezco mucho, porque imaginaos que vustra prima se presenta sin avisar en vuestra casa una lunes por la noche; la reacción normal sería de fastidio (la mía sería de fastidio), pero mis tíos son buena gente y me soportan. Por la mañana incluso mi tía se levantó antes para hacerme tortitas (una pena que no me gusten sus tortitas; me costó mucho esfuerzo tragar). Durante el desayuno discutimos sobre el tema oposiciones porque ella quiere opositar a la EOI de inglés (es del lado gringo de la familia y la última que ha conseguido la nacionalidad: es lo que tiene vivir arrimada). Yo también había considerado esa opción pero me da pereza estudiarme esos temas apasionantes como "Historia del ensayo político irlandés en el cambio del siglo XIX al XX", que sin duda es interesante pero no tiene ni el encanto ni el ritmo de la música francesa (desde aquí todos mis respetos a los ensayistas irlandeses).

Así que mi tía sólo consiguió meterme más miedo sobre el estado desmadrado del alumnado actual y no me convenció para opositar a la EOI, institución que no respeto en absoluto (en el examen de 5º tuve que hablar despacio y vocalizando para que la retrasada mental de la examinadora me entendiese; sus palabras exactas fueron: "ay, es que el acento estadounidense no es lo mío; yo soy más del acento británico"; a pesar de que a mí su acento me sonaba más bien de Cádiz o sus pedanías).

Aprovechando ya que tenía que pasar la mañana en Madrid decidí comprar el regalo de mi padre en la Fnac. Originariamente su regalo iba a ser un ordenador de pantalla plana, pero consideré los precios ofertados, el precio del pollo, el cambio euro-dólar, las propinas que dejé en la cafetería... Y decidí comprarle un cofre con la discografía completa de Jimmy Hendrix, que sé que le va a hacer la misma ilusión. Y ya que estaba compré para mí dos libro de Ítalo Calvino y ¡oh jolgorio y albricias! la segunda parte de Fresa y Chocolate.

 

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Me los guardé en bolso y me fui a Chamartín a coger el tren (el autobús tarda menos, pero me sentía aún incapaz de encontrar la estación super secreta de la Sepulvedana).

Según esperaba en la estación a que anunciases por qué vía salía mi tren escuché a un hombre hablando detrás de mí. Le esuché porque al principio me hacían gracia sus ideas:

- "Yo si alguna vez voto al PSOE no es porque yo sea socialista, no señor, es que yo soy CRISITANO, y las ideas socialistas no es algo que se haya inventado ahora, son ideas CRISTIANAS, que ya las dijo Jesús en la Biblia; que no tiene que haber pobres, y que todos somos iguales y tenemos que respetarnos unos a otros."

Hizo una pausa y me di la vuelta para mirarlo; al contrario de lo que parecía por su tono de voz (muy alto) resultó ser un hombre de unos 50 años y bien trajeado (no un pueblerino incultode 200 años). Su compañero tenía el mismo aspecto, pero hablaba en un tono más discreto. No sé lo que le dijo, pero el cristiano se apresuró a interrumpirle con grandes aspavientos:

- "Nonono, perdóname, pero yo eso lo tengo muy claro. Las mujeres que abortan son unas guarras y unas furcias que se creen modernas por abortar, que lo sé yo. Las mujeres que abortan y las que usan preservativos y otras porquerías sólo quieren al hombre para que sea su esclavo y poder tenerle ahí, hala, para cuando a ellas les apetezca. Que yo tengo un sobrino que vive arrimado a su novia y lo veo todos los días, ¡un calzonazos! Y ni casados ni nada están. Una vergüenza, vamos."

Me quedé traumatizada al escuchar esto. Fíjate que todo estos años creyendo que los hombres sólo me querían para el sexo y ahora resulta que me querían por mis anchas caderas y mi capacidad para ser madre.

Para ahuyentar estos pensamientos en el tren me leí "Fresa y Chocolate 2", que me decepcionó enormemente. La primera parte trataba de cómo vive el sexo una chica enamorada. Era fácil identificarse con ella. Esta segunda parte trata más bien de cómo vive una relación con un dibujante de comic francés residente en Tokyo una chica de origen sinocamboyano enamorada residente en París. Casi no hay escenas de sexo y las dos o tres que hay están metidas con calzador, tipo "jo, no se vayan a decepcionar los que se empalmaron en la primera parte, voy a meter aquí una escena de sexo aunque no aporte nada a la historia". Menuda rayada de libro. Lo único interesante que tiene es la explicación de esta foto:

 

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Era la foto que ilustraba una de las solapas del primer libro y en la que la autora aparece bien mona pelando un nabo. Pues bien, en el segundo libro se explica claramente que lo que está ahciendo en esa foto es tallarse un consolador vegetal, porque la tienda de consoladores a la que iba normalmente estaba cerrada.

Con semejante decepción porque mi cómic fetiche no hubiera tenido una segunda parte digna de la primera, llegué a mi casa. Todo nevado, por supuesto. Por si tenéis curiosidad, os diré que pisar en la nieve con merceditas de tela es casi lo mismo que pisar descalza. Mejor no lo intentéis. En casa me costó un par de horas desentumecer los dedos de los pies, ¡qué dolor acercarlos a la chimenea!

Por cierto que esta mañana me he enterado de que es el cuadragésimo aniversario de una de mis pelis preferidas:

 

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Aunque no creo que la pongan en la tele ni nada.

Y así, sin tener nada que contar, pues he rellenado una entrada entera. Fíjate tú lo que tiene la escritura automática :)

Mis nostálgicas manías

- Nunca friego las cucharas de madera porque me da repelús. Las dejo en la pila para que las friegue el que venga después. Esto se convirtió en un serio problema cuando estuve viviendo sola. Me las arreglaba para que las fregasen las visitas.

- Las películas de miedo las veo tapándome la cara con las manos y mirando entre los dedos. Si hay algún susto importante me lanzo sobre el hombro que esté a mi izquierda. Más de un desconocido ha optado por cambiarse de butaca por no sentarse a mi izquierda.

- Me gustan las películas de Cine de Barrio. Sobre si alguno de los personajes canta. Me parecen súper kitsch. El problema es cuando alguna no me parece kitsch sino realmente buena. Me pasó con Vente a Alemania, Pepe. Sigo creyendo que es mejor que Un franco, 14 pesetas.

- Tengo un pasado poligonero. A los 18 años me ponía pendientes de aro y tenía toda la discografía de Shakira hasta el momento. Lo dejé porque mis amigas chonis sólo salían a ligar y se reían de mí porque leía demasiado. Una me dijo en una ocasión: "Yo es que si leo me pongo a pensar, y si pienso luego me da dolor de cabeza y no duermo bien". Así que cambié de amigas y me hice persona normal. A pesar de todo, hay canciones de Shakira que están tan unidas a mis recuerdos que no he conseguido que me dejen de gustar.

- A veces me dedico a revisar los vinilos de mis padres y sueño con el día en que compre un tocadiscos. Seguro que la música de esos vinilos es buenísima.

- No tengo nostalgia de los 80. Los 80 son caca. Sin embargo tengo una nostalgia tremenda de todo lo anterior a 1973, y eso que ni siquiera había nacido para entonces.

- Durante una época tuve sueños eróticos con Cary Grant.

- La primera vez que vi La fiera de mi niña, odié profundamente el personaje de Katharine Hepburn. Luego varias personas me han dicho que les recuerda a mí. Así que poco a poco ha empezadoa caerme simpática.

- Odio la pregunta "¿Beatles o Rolling?". Propongo sustituirla por la pregunta "¿Brincos o Bravos?".

- Hasta los 16 años me negaba de redondo a ver películas en blanco y negro. La primera fue Gilda. Entonces quise ser Rita Hayworth, y me esforcé en ello durante una larga temporada. Incluso tengo los guantes guardados por ahí.

- La sangre ajena me es indiferente. En cambio la propia me incita a chillar. Con un simple corte en el dedo ya revoluciono la casa.

- El día que tenga dinero, le pediré a una modista que me haga un vestido como el de Massiel en Eurovisión. Me encanta ese vestido. Es el vestido de mis sueños.

- Hasta los 6 años nunca había oído hablar de Dios ni de la religión, porque mis padres eran progres y me educaban en casa. Cuando me llevaron al colegio a la maestra le costó mucho catequizarme. No era capaz de entender el concepto.

- Mi sueño romántico es correr por un trigal de la mano del chico, como en los finales de las películas románticas de los 60. Imprescindible que haya música de fondo. Os dejo con un ejemplo:

Bitacoreces

Observo con anonadamiento no exento de contrariedad que ahora Blogger no me permite enlazar la dirección de mi bitácora cuando comento los artículos de mis blogomigos y blogomigas (casi todos en Blogger, salvo una). Es una manera que tienen en Google de limitar el alcance de los servidores de bitácoras rivales, como Blogia. Por un lado, creo que es un abuso, puesto que la creación de un círculo de comentaristas y "amistades" en la blogosfera depende de que los demás puedan enlazar hacia ti, leerte y de esa manera ver si les caes bien (con lo cual la blogorelación se inicia). Sin embargo ahora Blogger sólo le permite eso a otros miembros de Blogger.

¿Qué hacer? El primer impulso es migrar mi bitácora a Blogger. Lo que pasa es que Blogia me cae bien. Blogia es una pequeña empresa española con sede en un pueblo de Aragón (si no se han mudado) y yo siempre estoy dispuesta a apoyar a las pequeñas empresas españolas que hacen la competencia a las grandes empresas estadounidenses (como Google, que es el caso). Ahora bien, Blogia también tiene sus fallitos. Leves, pero los tiene. A veces se cae y no me deja actualizar. Y otras veces se come mis artículos. De hecho, tiempo atrás ya me pasó por la cabeza la idea de migrar en algún momento. Además a mí me gustá cambiar más que a un tonto un palillo. Y sin embargo, esta bitácora mía no tiene ni un añito de vida, como para dejarla abandonada así tal cual...

Por si acaso, ya me he reservado una dirección en Blogger (superflickablog.blogspot.com ) y, ya que estaba, lo he configurado por completo (he tenido una tarde muy aburrida y solitaria). La única duda es cuánto tiempo más me quedaré en Blogia. Como poco-poco me parece coherente esperar al año nuevo, por eso de la vida nueva; como poco-mejor lo suyo sería esperar a cumplir un año con Ai No Shirushi. Aunque tal vez esto es una tontería y tal vez debiera empezar desde ya a publicar en Blogger... ¿Alguien tiene una opinión sobre esto?

Conejos de colores y música de los Rolling

Es cierto que la publicidad sabe crear mundos idílicos:



No dudaría nada en irme a vivir a una ciudad rodeada de conejitos de colores. Me encantan los conejitos de colores, ¡son tan monos! (Aunque cuando se espachurran contra el suelo da un poco de repelús).

También me gustaría que sonase música en el aire mientras yo pasease por la ciudad. Los Rolling están bien, pegan con los conejitos de colores.

Vivo mi vida a través de un anuncio de la tele, ¿qué me está pasando?

(Este artículo es claramente de relleno, así que no hace falta que comentéis ni nada) 

Sufro mucho

Sufro mucho

Me está saliendo una muela del juicio, que más parece del juicio final. No duermo por las noches. Es como si un cuchillo me perforase la mandíbula. ¿Para qué necesito yo otra muela más? Si con las que tenía me defendía bien.

Tomo Nolotil que me da náuseas, así que para no echar los restos voy por la casa chupando un limón, pero eso me hace torcer el gesto con lo que la muela me da pinchazos, por lo que tomo Ibuprofeno (ya que el Nolotil es sólo cada ocho horas; así que entre medias alterno el Ibupoprofeno y el Paracetamol). Con lo cual estoy constantemente drogada y hablo muy despacio. A veces creo que estoy hablando y ni siquiera he abierto la boca. Y lo peor es que, a pesar de las drogas, la muela me sigue doliendo.

Mi padre al principio me daba sopitas y purés pero hoy se ha cansado y me ha traido potitos de la farmacia para no tener que cocinar. Hoy voy a comer uno de cuatro cereales y miel. Mis padres van a comer ternera al horno con guiso de papas y pimiento rojo. Me parece una crueldad por su parte.

La muela me sigue doliendo y sufro. El mundo es injusto. Voy a morir.

Comentario de mi madre: "Pues hija, peor es parir". Gracias por los ánimos, mamá.

La de la foto es Santa Apolonia, patrona de los dolores de muelas. Según mi abuela, tengo rezarle "Ea, santa Apolonia, ea, que esto se acabe y ya no me duela" tres veces mientras me persigno con agua bendita y se me pasará. Lástima del agua bendita.

Moratoria a la pena de muerte

No si alguno de vosotros recordáis un artículo que escribí hace un par de meses. Bueno, pues la buena noticia es que la ONU ha aprobado una resolución solicitando a los países miembros una moratoria sobre todas sus condenas capitales, como paso previo para que este tipo de condenas desaparezca.

Desde que empezó esta campaña, 85 países han abolido completamente la pena de muerte. El último ha sido Senegal. México y Rusia, que habían impuesto una moratoria sobre el cumplimiento de las condenas, finalmente han entrado también en razón.

Claro que esto no va a cambiar el estado de las cosas así, de repente. Por ejemplo, dentro del proyecto urbanístico de las Olimpiadas de 2008 en Pekín, el gobierno chino ha incluido una cámara de ejcución. No vaya a ser algún disidente aproveche el caos turístico para decir su opinión. Estos chinos es que piensan en todo.

Por otro lado, la próxima vez que oigamos a un estandounidense hablar a favor de la pena de muerte, podremos escupirle en la cara con el pleno apoyo de la comunidad internacional.

Más aquí.  

Situaciones embarazosas

LUGAR: cine. CUÁNDO: viernes por la tarde.

En la presentación de la película Bajo las Estrellas dentro de la sección oficial del MUCES , hay un tío sentado a mi lado que no para callado. Para colmo no deja de criticar la película, diciendo qué le parece mal y qué le parece bien. No aguanto más. Me giro y le espeto:

- "¡¿Pero a quién le importa su opinión?! ¡Cállese!"

El tío me mira cohibido. Es el director de la película. Estaba hablando con el organizador del festival.

 

LUGAR: en la calle. CUÁNDO: el sábado por la mañana.

A la salida de la clase de ruso discuto con un compañero:

- "Pero vamos a ver, digo yo que transcribir la i breve rusa como una Y en castellano de manera sistemática tampoco es apropiado; habrá que transcribir cada cosa de la manera que sea más apropiada y fiel a la pronunciación; por ejemplo no tiene sentido poner KH en lugar de J, porque nosotros tenemos ese sonido al igual que los rusos; entonces lo mejor es trascribirlo con las convenciones castellanas, porque si no la gente lo lee mal, ¿no?"

Me vuelvo a mirar a mi compañero... Y en su lugar me encuentro con una anciana de unos ochenta años que me mira atentamente. Mi compañero está unos pasos más atrás pidiendo fuego. La anciana me sonríe tímidamente y contesta:

- "Ay hija, yo es que no sabría decirte..."

 

LUGAR: autocar. CUÁNDO: lunes por la tarde.

De camino a Madrid desde Segovia me entran mareos. Me acerco al conductor y le pido una bolsa.

- "¿EL QUÉÉ?" - grita.

- "Una bolsa, por favor".

- "¿UNA BOLSA PA QUÉÉÉ?"

- "Es que estoy un poco mareada".

- "¡AAH, COOÑO, QUE QUIERE USTED ECHAR LA POOTA! ¡COJA UNA BOLSA DE AAHI, PERO TENGA CUIDADO DE NO SALPICARME EH! ¡JURJUR!"

De camino a mi asiento todos los pasajeros me miran fijamente. El que se sienta mi lado opta por cambiarse de sitio.

 

¿Por qué yo? ¿Por qué? ¿Por qué?

Vida de parada

Es increíble cómo la idea de cobrar sin trabajar consigue que me levante todos los días de buen humor. Y eso que aún no cobro nada, porque en mi ETT no tenían listos los papeles. De todas maneras el viernes fui al INEM en Segovia y me di de alta. Fue una experiencia sumamente interesante. Lo funcionarios son majísimos... hasta que algo les hace sospechar que no tienes intención de buscar trabajo y que sólo quieres vivir del Estado. Entonces reaccionan como si les hubieras mentado a su madre. Es algo curiosísimo; si al fin y al cabo no son ellos los que te van a pagar el subsidio de desempleo de su sueldo. El caso es que ya aprendí que lo mejor es fingir que estoy desesperada por trabajar y que estar en el paro me parece humillante; entonces ellos se vuelven todo dulzura y sonrisas.

Como me metí en mi papel de parada desesperada no me atreví a preguntar una cosa que me preocupa: ¿cuántas ofertas de trabajo puedo rechazar sin dejar de cobrar el paro? ¿Y cómo calculan cuánto voy a cobrar? Ahí lo dejo, por si alguien me puede contestar...

Con tanto tiempo libre que cubrir, el otro día me fui al Prado. Me encanta la reforma y me encanta la exposición sobre pintura del siglo XIX. Desde pequeña he sido muy aficionada a la historia y los grandes cuadros sobre historia de España de artistas como Rosales o Esquivel (que sólo conocía por los libros de texto) me impresionaron mucho en directo.

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De toda la exposición, ésta fue mi sala favorita. Seguida de la sala de retratos de Madrazo, con el de la duquesa de Vilches (que era bien de guapa y que también fue portada de uno de mis libros de texto).

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En general creo que la exposición merece la pena, porque ese período del arte español es bastante bueno (en mi opinión de lega) y ha sido muy poco enseñado.

Por otro lado, quería compartir con vosotros que, después de doscientas escuchas, el disco de La Casa Azul finalmente empieza a gustarme. ¡Hurra!

Las malas noticias son que mi gato tiene gastroenteritis y vomitó en la alfombra de mi habitación; y aunque quité la alfombra el olor seguía ahí, pertinaz como él solo, así que esta noche he tenido que dormir en el cuarto de invitados, que no tiene calefacción. Y lo peor es que ahora que he entrado en mi cuarto el olor todavía se sentía...

Para llenar mi vida de parada seguiré vuestros consejos y voy a apuntarme a algo de voluntaria y ya estoy mandando currículos a las academias de idiomas. En todo caso, esta semana empieza en Segovia el MUCES y estaré bastante entretenida (la verdad es que las pelis que anuncian tienen todas muy buena pinta. Yo os lo recomiendo, porque además está bastante bien organizado... y cerquita de Madrid. ¡Y las entradas sólo cuestan un euro!).

Camino del INEM

Ayer según iba a contestar los comentarios del anterior artículo la guarra me llamó a un aparte y me despidió. ¡Lo que yo no sabía es que aún estaba en período de prueba y no cobraré finiquito! ¿Dos meses de período de prueba? Eso tiene que ser ilegal a la fuerza. El caso es que admitió que mi trabajo era impecable pero que no me había esforzado nada por integrarme en la empresa (según ella).

Al contrario de lo que había pensado no le solté ninguna bordería; simplemente me limité a mirarle con odio. Ahora bajo a la ETT a por los papeles del paro y voy a informarme de si puedo cobrarlo durante dos meses y seguir cuando vuelva de Canadá.

Me siento en parte aliviada y un poco desconcertada (porque no sé qué voy a hacer en los dos próximos meses, y la inactividad me mata. Mis padres, de hecho, están aterrados, porque la última vez que estuve más de una semana sin hacer nada digievolucioné en un monstruo verde que pegaba voces y siempre estaba cabreado). Me la sopla un poco lo que devenga de esa gente ahora que me he ido, así que no siento rabia ni nada.

Os seguiré contando cómo va mi vida de parada (es la primera vez que me despiden así que seré una novata en el INEM; eso me parece interesante).

En qué consiste el 'mobbing'

Los que han leído Stupeur et Tremblements pueden saltarse lo que sigue, o jugar a las diferencias. A los que no han oído hablar de Amélie Nothomb les recomiendo que se informen, que merece la pena. Lo mismo que me pasa a mí, lo cuenta ella y hace gracia. Es siempre mejor que leerme a mí quejándome y de mal humor. En fin.

El mobbing es lo que de toda la vida se llamó puteo encubierto (o no tan encubierto, según pasan los días). Consiste en que a ti te contratan para un puesto de responsabilidad en una empresa y te dicen que la imagen es importante. Tú haces tu (escaso) trabajo con celo, provocando la admiración del Presidente y los consejeros. Entonces un día vas al trabajo sin maquillar (porque te levantaste tarde), o sin tacones, y te sorprende que una de las consejeras te regañe por eso. Imprudentemente le sueltas un:

- "Bueno, mujer, que trabajo igual sin maquillaje, no pasa nada, no te pongas así"

Piensas que la consejera es una exagerada pero te importa poco porque sabes que la calidad de tu trabajo te pone a salvo de cualquier envidia personal.

De repente la consejera empieza a echarte en cara detalles menores de tu trabajo. Un día, por ejemplo, te grita por haber hecho cierto gasto. Tú, insegura por naturaleza, bajas la cabeza, pero luego compruebas tus emails y ves que fue ella la que ordenó el dichoso gasto. Se lo enseñas y ella te llama "sabihonda". Empiezas a sentirte incómoda en la oficina.

Dado que tu trabajo, hasta ahora, lo llevaste a cabo de manera impecable, la consejera opta por mandarte otro tipo de trabajo que no está descrito entre tus funciones. Un día llega con un enorme montón de faxes y pregunta:

- "¿Cuántos folios hay aquí?"

A lo que tú, ingenuamente, contestas:

- "Así, a ojo, unos quinientos"

- "A ojo no. Quiero que los cuentes y los ordenes por fecha"

Le explicas que a ti no te pagan por contar folios. Además, tienes otra tarea pendiente. Te contesta muy rudamente. Acudes al Presidente y él te disculpa (la tarea pendiente la necesita él). Piensas que te has librado, pero para tu sorpresa, cuando tú sales de su despacho, ella se queda y cierra la puerta tras de sí. Al salir te mira de soslayo. Poco después el Presidente te pide que cuentes los folios cuando acabes lo que estás haciendo, que ya es hora de que aprendas algo de disciplina.

Pocos días después la consejera te cuenta que se ha acabado el papel higiénico. Le dices que qué putada. La consejera te pide que lo cambies. Le dices que de eso se encarga la señora de la limpieza. Te dice que la señora de la limpieza no llega hasta el lunes, así que lo tienes que cambiar tú, porque según tu contrato estás a las órdenes del Presidente y los consejeros, y ahora ella te ordena que cambies el papel higiénico, porque desde que llegaste la has tomado a ella por el pito del sereno y eso tiene que cambiar, que tu no estás aquí para hacer lo que te dé la gana.

Así que no dices nada y cambias el papel higiénico.

Finalmente consiguen encontrarte una tacha en tu trabajo: hay dos euros sin justificar en las cuentas de la empresa. Les explicas que compraste sellos; les enseñas los sellos. Te ofreces a pagarlo de tu bolsillo. Ellos dicen que no les importa, que lo que importa que es siempre haces lo que te da la gana, que eres una inútil y que es imposible trabajar contigo. Algo te dice que no es normal que te insulten en tu cara, pero como no estás acostumbrada, no reaccionas.

Al poco te informan de que, al contrario del resto de la plantilla, tú no tendrás puente. Te jode pero te conformas, porque al fin y al cabo los viernes sales a las tres.

Pero llega el viernes y te llaman para decirte que tendrás que trabajar hasta la siete, porque como ninguno más está trabajando, por si surge algo. Y como tú firmaste un contrato de 40 horas, todo es legal y no puedes quejarte, y si decides largarte a las tres te despedirán por absentismo y estará justificado y te quedarás sin el paro. Y tú necesitas el paro.

Así que no dices nada. Y te preguntas cuánto tardarán en despedirte y cómo demonios se consigue una baja por depresión. Y de paso, cuánto cuesta fingir una depresión.

Mierda.

Popurrí de ideas

Popurrí de ideas

- Odio decir esto, pero: para una mujer no hay nada peor que tener a otra mujer como jefa. La mía es una zorra y encima me imita la ropa y el peinado. Pero lo que ella no sabe es que a) yo soy más zorra, b) no tengo intención de quedarme en la empresa (así que no arriesgo nada) y c) el Presidente opina que soy dulce y adorable a la par que eficaz. ¿Que tú me mandas un montón de trabajo inútil para joderme la mañana (¡contar folios! perdóname, pero yo tengo estudios)? Pues yo voy al Presidente con mi sonrisa más dulce y le suelto el cuento, hago un par de pucheros y ya tienes la bronca. Esto es la guerra, mona, y no la he iniciado yo.

- Este finde me entró una urgencia de comprar bragas. No sé si al resto del mundo le pasa esto de las urgencias. Me fui al Oysho y compré diez bragas. Mi madre flipó; sobre todo porque justo había hecho colada de blanco y estaba el tendal todo lleno de bragas mías. Yo a veces pienso que la industria lencera me ha implantado un chip y controla mis impulsos, porque no es la primera vez. Lo raro es que sólo me ocurre con las bragas, porque llevo ya seis años con los mismos dos (2) sujetadores y siempre me da pena sustituirlos.

- En la madrugada del viernes al sábado, en torno a las tres, un inglés borracho me dio el mejor consejo en años: "Tienes el resto del año para ser una buena chica". Deberían poner un inglés borracho en cada bar: ¡lo que me habré perdido por no tener uno a mano en el momento adecuado!

- Dentro de dos meses me marcho a Quebec y me dio por informarme sobre el clima. Yo ya sospechaba que en Canadá hacía frío, pero no me esperaba que la media de diciembre a marzo fuera de veinte grados bajo cero. Aún lo estoy procesando. Es que es mucho frío. Mucho. (Menos mal que podré ponerme una braga sobre otra para que no se me congele el chirri: si es que todo cobra sentido)

- Borraría la frase anterior, pero es que me hace gracia. ¿Que no hay nada peor que hacerse gracia a uno mismo? Pues yo pienso que es peor cuando les haces gracia a los demás y no estás seguro del motivo (eso también me pasa a veces).

- Me he enamorado de un economista.

- El disco de La Caza Azul salía el sábado que viene... Pero ya lo venden en la Fnac de Callao. Yo me dispongo a comprármelo este mismo mediodía. Luego os torturaré con un post detallado sobre cada una de las canciones. Estáis avisados.

Lo que de verdad me gustaría

Me gustaría enamorarme hasta la médula, como cuando tenía quince años y cada emoción era un mundo.

Pero me gustaría enamorarme de una persona real, no del aire, ni de una idea, ni de un personaje de manga. Ni tampoco de alguien que viva a miles de kilómetros de distancia... o que esté a punto de marcharse.

Me gustaría que me comprendieran sin necesidad de explicarme. O, como mucho, que bastase una mirada para dejarlo todo claro.

Me gustaría tener futuro, en lugar de sólo recuerdos.

Me gustaría estar en el momento adecuado, en el lugar adecuado, y ser la persona adecuada. Esto sí que me gustaría de veras. No me gustaría estar un segundo más tarde, en otro hemisferio. Odio eso.

Me gustaría que la vida tuviera banda sonora y que todo el mundo escuchase las canciones de mi cabeza según voy por la calle. Así por lo menos se explicaría el movimiento de los labios... entre otras cosas.

Me gustaría sentir melancolía por algún motivo concreto... No solamente porque escuché una canción, o porque tuve un sueño, o porque me acordé de alguien. Odio acordarme de alguien. Voy a dejar de hacerlo. O no. Me gustaría saber a qué viene todo esto. Eso estaría bien.

Las verdades de Naomi Klein

Yo tengo muchas cosas dentro de mi cabeza pero a veces me cuesta expresarlas de manera concreta y convincente, y por eso no suelo meterme en debates. Y por lo mismo, admiro a quienes tienen las mismas ideas que yo y además las palabras adecuadas para decirlas. Un ejemplo es Naomi Klein, a la que esta semana han entrevistado en EPS. Os dejo unas perlitas:

"Hay mucho escepticismo debido a la experiencia de votar para el cambio y no conseguirlo. Eso aumenta el desaliento. Pero si la gente ve que se consiguen resultados, se implica más. Hay muchas situaciones en las que boicotear las elecciones fue una opción racional. Si tienes un sistema roto... Por ejemplo, Argentina antes del derrumbamiento: muchos votaron a un personaje de dibujos animados porque no tenía manos y no podía robar. Fue un voto de protesta que venía a decir que todos eran ladrones y que no querían participar en eso. Cuando un sistema está corrupto, como el de Estados Unidos, es una postura muy legítima no seguir fingiendo que esto va a funcionar."

"Muchos movimientos sociales muy efectivos para presionar al Gobierno están apartados... Creo que, a no ser que tengas un verdadero plan para arreglar el sistema, y no sólo sentarte y ocupar sitio en el Parlamento, es mejor y más efectivo quedarse fuera, estar bien organizado y ejercer presión. Así que depende; deben ser estrategias bien pensadas. Diría que mi generación de activistas no se toma el poder político en serio (...) Porque es posible cambiar el sistema no sólo presentándose a las elecciones, sino con un plan serio de reforma constitucional y política. Eso es lo que está pasando en parte de Latinoamérica."

"¿Piensas que el activismo no puede cambiar nada y que todo lo que existe en torno a la globalización no ha conseguido nada? Pues te puedo dar ejemplos de situaciones en las que sí se han cambiado cosas. El problema es que los medios tienden a ser escépticos en cuanto a las posibilidades del activismo. (...) Se trata siempre de una lucha muy larga, de toda la vida, que unas veces se gana, y otras, no. Algunos dicen: fui a una manifestación contra la guerra, y como eso no ha servido, ya no voy a hacer nada nunca más. En cierto sentido, ésta es una idea consumista del cambio; es como ir de compras: salir a la calle para que se acabe la guerra y esperar que sea ya, así, de inmediato".

NO A LA PENA DE MUERTE

NO A LA PENA DE MUERTE

No suelo usar mi bitácora para quejarme de lo penoso que está el mundo últimamente pero hoy he recibido este mail de Amnistía Internacional:

"En octubre de 2007, durante el 62º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, se va a presentar una resolución en favor de la suspensión mundial de las ejecuciones como paso previo a la abolición de la pena de muerte. Se espera que esta resolución cuente con el respaldo de países de todas las regiones del mundo.

El apoyo de la Asamblea General de la ONU a una suspensión mundial de las ejecuciones supondría un hito notable en el logro del objetivo de un mundo sin pena de muerte.

Por ello, junto con la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte y otras organizaciones no gubernamentales, Amnistía Internacional vamos a promover las próximas semanas los apoyos a esa resolución en el 62º periodo de sesiones de la Asamblea General en Nueva York.

La Coalición Mundial contra la Pena de muerte destacará especialmente esta iniciativa en el curso del Día Mundial contra la Pena de Muerte, que se celebra el 10 de octubre, con el lema "No a la pena de muerte: El mundo decide".

¡Actúa! Envía un mensaje en tu nombre a los Estados miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
http://www.es.amnesty.org/actua/acciones/no-pena-de-muerte/"

Puedo deciros que yo misma he pinchado el enlace, que da la misma pereza que dejar un comentario, y que casi prefiero que este post tenga diez comentarios menos y los de AI diez firmas más que a la inversa.

Los cínicos de "si total, no va a servir para nada", desde aquí os digo: vosotros sí que no servís para nada.

Seré una ingenua, pero si no creo que el mundo cambiará, sólo me queda tumbarme y esperar la muerte...

Carta abierta a mi madre

Me compré un ordenador nuevo antes de irme a Suecia y le dejé el viejo a mi madre para que fuera haciendo sus pinitos en la informática, porque es maestra y sus alumnos a veces le hablan de drivers, de descargas, de la mula, y la pobre no se entera. Para mi decepción, cuando volví de Suecia el ordenador estaba sin uso y cubierto de polvo, porque aquí la que me dio la vida lo encendió un día, no supo que hacer con él, y como no recordaba cómo apagarlo, se limitó a esperar a que se le acabase la batería. Eventualmente también olvidó cómo encenderlo de nuevo.

Así que le di a mi madre un curso avanzado de windows para dummies. No es por nada, pero yo soy una pedazo de profa y mi madre, si hubiese tenido la educación adecuada, podría haber sido la némesis de Gates, Torvald y Jobbs ^^. Mi primer triunfo ha sido convencerla de que es más cómodo para ella hacer los exámenes en word en lugar de a lápiz (sí, como suena: ella preparaba sus exámenes a lápiz, pegaba las fotos que le hicieran falta con pegamento de barra y luego hacía treinta copias en el colegio). Ya sabe importar imágenes y todo. Estoy taaaan orgullosa de ella.

Mi segundo triunfo ha sido enseñarla a usar internet. Tuve de convencerla de que en internet hay muchos recursos bien chulos para profesores de primaria. Ya incluso utiliza la búsqueda avnzada de google (los operadores booleanos aún no le terminan de entrar, pero tiempo al tiempo). El caso es que ha descubierto que en internet no sólo hay recursos para maestros: hay vídeos, periódicos, páginas de nada en concreto... Y bitácoras. Especialmente, ésta.

Vamos a ver, mamá, con todo lo que te he enseñado: ¿no ves que el historial de páginas visitadas se guarda automáticamente? ¿Que puedo ver cuándo te has conectado a mi bitácora desde tu ordenador? Si no me importa mujer, pero por lo menos no me lo niegues. ¡Mira que sabe más el diablo por viejo que por diablo! Y no: lo que escribo aquí no es lo mismo que escribo en mi diario; ni pienso darte la llave de mi diario para que me postees comentarios.

(Por cierto, acuérdate de plancharme la camisa blanca para el martes, que viene un cliente de Londres. Besitos.)

Los pijos

Los pijos (que en América llaman fresas) son esa tribu urbana que en Madrid distribuye su centro de operaciones en el Barrio de Salamanca y aledaños. El Barrio de Salamanca debe su nombre el Marqués de Salamanca, que era un señor del siglo XIX al que no le gustaba que hubiese tantos pobres en Madrid, porque poco a poco el Centro se estaba llenando de mendigos y harapientos; y para solucionarlo decidió ensanchar la ciudad y hacer un distrito para ricos en el que no entrasen los pobres. Un altruista, vamos.

Así que a mí me han contratado para trabajar en una empresa que está en plena zona pija de Madrid, y me estoy viendo forzada a mezclarme en el ambiente. El otro día mi jefe volvió a echarme en cara que no use tacones. Le dije que de pequeña tenía problemas de columna y que hasta hace dos años dormía con una armadura metálica del cuello a la cintura (es mentira; sencillamente no me da la gana andar con tacones... Pues no soy yo testaruda ni nada). Por el momento me toleran. Lo que me cuesta aún es acertar en los temas de conversación con la jefa de gerencia (la otra mujer de la empresa). Ayer, por ejemplo, se mostró entusiasmada con mi blusa:

- "Es divina, nena, te sienta superfenomenal. ¿Dónde te la has comprado?"

Me dio vergüenza decir que la compré de segunda mano en un mercadillo sueco, así que mentí con lo que, según yo, podría dejarme en mejor lugar:

- "Es de Zara".

¡Error! Los pijos del Barrio de Salamanca (especialmente los que tienen un MBA y trabajan en asesorías financieras) nunca compran en Zara. En Zara sólo compran los pobretones que quieren aparentar; los mismos que se compran la bisutería en Bijou Brigitte y conducen coches utilitarios de bajo consumo.

La respuesta de la jefa de gerencia resumió todo lo anterior en dos simples frases (principal y subordinada):

- "Ah, Zara. Allí tienen ropa barata que tampoco es de tan mala calidad, ¿no?".

Supongo que otra persona con más dignidad que yo podría tener algún tipo de orgullo de clase; pero, ¿qué le voy a hacer, si toda la vida fui una wannabe de clase media? Sobre todo teniendo en cuenta que desde el primer día en el trabajo me dejaron claro que me habían elegido porque soy mona. ¡Como suena! Al menos, más mona que la otra candidata que tenían en mente, que tenía más experiencia que yo y un máster en Relaciones Públicas, pero que estaba gordita y tenía la cara llena de granos.

- "Y claro, en una empresa como ésta, donde el 50% es imagen... Porque cuando tú vas a una reunión, el cliente te ve a ti, no ve tus diplomas ni tu experiencia, lo que ve es una chica guapa que resulta agradable de mirar, y ésa es la mejor forma de ganártelo".

Así que si los cuatro años de carrera me los hubiera ahorrado y hubiera invertido el dinero en un par de tetas nuevas, ahora sería no ya adjunta, sino directamente jefa del departamento. ¿Cómo pude ser tan tonta de ir a la Universidad?

(También es verdad que con mi nuevo corte de pelo parezco Anna Karina en Vivre sa vie, estoy que lo rompo ^^... Lo malo es que la gente es ignorante y me confunden con Audrey Tautou en Amélie Poulain ¬¬)

PD: Muchas gracias por las muestras de apoyo. Al final soy una exagerada y nunca me amargo durante mucho tiempo seguido. Lo que pasa es que me gusta que me mimen.

PD2: Desoyendo todos vuestros consejos (lo cual no significa que no los valore, sino más bien que tal vez soy boba y aún no me di cuenta), he quedado para cenar con mi pasado. Como poco, sacaré un post súper sarcástico sobre cómo ser estrecha y maligna... Y disfrutar siéndolo.

PD3: una vez que te acostumbras, vivir con tus padres tiene su punto. Cuando llegas a casa la cena está hecha (y no son croquetas congeladas, que es carne fresca, ¡y con guarnición!), y si hechas una camisa en el cesto de la ropa sucia y esperas un par de días, de repente te la encuentras planchada encima de tu cama. Sin mencionar los platos que se friegan solos y otros milagros domésticos conocidos como "es lo que tiene ser la niña mimada de papá".

 

El acento

El acento

Yo tengo facilidad para los idiomas. Lo que tiene como consecuencia que se me pegan los acentos. Todos los acentos. Y los acentos son como las enfermedades: hay algunos que son más contagiosos que otros. Y, para mi desgracia, mi mejor amiga es gallega. Pero gallega-gallega, de la Galicia profunda, del monte que le dicen ellos. Así que, a mi pesar, soy sejoviana, de Sejovia, de la zona de Lujo .

Con el tiempo una se acostumbra. Si me preguntan si soy gallega directamente digo que sí, por no enredarme. Pero el colmo fue cuando el otro día mi amiga me llamó desde Londres y noté que, de tanto andar con catalanes, se le estaba desnaturalizando el habla:

- "Niña, perdiste el acento"

Y ella me contestó con toda naturalidad:

- "Sí, ya lo notara, pero no importa, porque cuando lo pierdo, te llamo y lo recupero"

Mi amiga la gallega me llama para que le pegue el acento gallego. Soy una segoviana que almacena acento gallego para repartirlo entre los emigrados.

No sé qué hace la Xunta que no me financia.

 

Actualizo: si a alguien le interesa un ejemplo práctico del fenómeno lingüístico de la gheada, que no se pierda este vídeo . Un clásico con grandes frases como "E pusiéronme droja no colacao, que yo durmiera moitas horas e que yo duermo poucas horas" (sí: con el tiempo se convirtió en un temazo de Def Con Dos, pero estaba basado en hecho reales).

Sin palabras

Sin palabras

Os quedáis sin post por gentileza de la batería de mi portátil... Y que conste que había escrito uno muy largo y muy ingenioso, pero ahora ya no me apetece repetirlo, hala.

¬¬

Parada (pero no quieta)

Parada (pero no quieta)

Estoy buscando trabajo en Madrid (según parece en Zamora no hay).

Lo peor de todo es que yo realmente no quiero ninguno de los trabajos que solicito, porque sólo quiero ganar algún dinerito sin mucho esfuerzo antes de irme a Canadá; así que supongo que no sueno muy motivada en las entrevistas. Sin tener en cuenta las condiciones laborales que hay en España, que ya sé que podría ser peor, pero eso de "te vamos a hacer ochenta contratos de prueba sucesivos y si nos gustas entonces te hacemos indefinida, porque nosotros queremos a alguien que se quede a largo plazo" no suena muy atractivo.

Ayer hice seis entrevistas y en la quinta me di cuenta de que había empezado a automatizar las respuestas y que me dolía la boca de mantener la sonrisa falsa. Digo yo: para un puesto de telefonista (porque lo llaman asistente administrativa, pero luego consiste sólo en contestar al teléfono), en el que la persona que te entrevista sabe menos inglés que tú, con un sueldo que ronda el umbral de la pobreza (porque "mileurista" sólo es un eufemismo para "pobre de solemnidad", especialmente en Madrid) y encima temporal, ¿para qué coño necesitan someterte al tercer grado? ¡Hasta un test de personalidad me hicieron!

Así, acaba saliendo mi yo más surrealista... Hace dos años me entrevistaron en un despacho que tenía las paredes y el techo acolchado. Cuando la señora me preguntó "¿hay algo que desees añadir?", yo, que iba ya por la quinta entrevista de ese día, dije sin pensar (si lo pienso no me sale):

-"Sí. Que me parece una gran idea que tengan el techo acolchado, porque así, si se invierte la gravedad, caerán sobre blando."

La mirada que me echó no era una mirada: era un poema.

Y encima no me eligieron, a pesar de que el anuncio decía que buscaban a alguien creativo...

Pernilla

Tras una temporada en el infierno (o en casa de los padres de Fanny, que es lo mismo) finalmente encontré un lugar para vivir.

Es una casita de colores en mitad de un bosque. Es difícil saber dónde termina el bosque y dónde empieza la casa, porque todas las habitaciones están llenas de plantas. La cocina es de color fucsia (sí: el color fucsia existe) y el salón es verde pistacho. Hay microondas, internet y todos los gastos van incluidos en el precio. Pero sin ninguna duda, lo mejor que tiene la casa es su dueña: Pernilla.

Pernilla tiene 30 años (para mi sorpresa: porque es diminuta y alegre y tiene ademanes de niña pequeña) y se dedica a diseñar y fabricar abalorios. Tiene su propio puesto en el mercado, pero como no le da para vivir, trabaja además de dependienta en una tienda de perfumes; de niñera dos veces por semana y de camarera en un hotel los sábados. Pernilla tiene, además, un tripón de siete meses, pero como sabe lo que quiere en la vida prefiere no vivir con su marido, para no matar la relación.

Pernilla no es una premamá como las otras. No ha llenado la casa de juguetes estúpidos ni tiene aún una cuna, porque Pernilla cree en la antrosofía de Waldorf y en Summerhill, y sabe que no se deben anticipar las necesidades de un niño. Pernilla quiere educar a su bebé en un entorno ecológico, pacifista y libre. Pernilla es como yo quiero ser de mayor, porque es feliz, alegre y tolerante; y porque da la impresión de que le gusta el mundo, y que está contenta de vivir en él.