Alienación del yo / Poligonera en chándal
Mi trabajo queda cerca del parque del Retiro y como parece que el frío no termina de llegar, muchos días después de comer me voy a dar un paseo junto al estanque; miro las parejas en barca y las familias con sus bebés que se asoman y me siento henchida de amor hacia la especie humana y de calma interior.
Sin embargo, es posible que eso haya cambiado para siempre. Porque ayer, en torno a las 15h37 de la tarde, fui testigo de un hecho trágico que aún ahora me sobrecoge: un intento de suicidio.
Yo lo vi venir. Correteando alegremente y sin collar (en contra de la ley vigente, por cierto), el perro se acercó a la endeble valla que rodea el estanque y se encaramó a ella. Calculó la altura de la valla, su propio tamaño (era un perro salchicha que no levantaba medio palmo del suelo), hizo un simple cálculo mental y se separó del estanque la distancia justa para tomar carrerilla y ¡chof! lanzarse de cabeza al agua.
Yo, según vi esto, pensé:
- “Fíjate, a ese perro le gusta el agua”
Pero entonces escuché un espantoso alarido que me heló la sangre en las venas:
- “¡¡MI PEEEEEEERRRROOOOOOOOO!! ¡¡AAAAAAGGGGHHHHHH!!”
Me di la vuelta justo a tiempo para ver cómo una chica que vestía un chándal rosa ajustado, con el pelo en una coleta, pendientes de aro y un pirsin en la nariz se abalanzaba, lanzando aullidos de dolor, sobre la valla y miraba a través de las lágrimas cómo el perro chapoteaba alegremente entre los patos.
- “¡¡SE VAHOGÁAÁAAA!! ¡¡AAAAAGGGHH!! ¡¡POR FAVÓÓÓ QUE ALGUIEN ME AYUDEEEEE!!”
La gente miraba a la poligonera pero nadie se atrevía a intervenir; más que nada porque era evidente que el perro se lo estaba pasando pipa y que no corría ningún peligro. Sin embargo, el oído humano no está capacitado para escuchar los alaridos de las chonis madrileñas durante mucho rato seguido, y ya había algunos en las barcas que procuraban acercarse al perro para cazarlo, a ver si así la chavala se callaba de una vez.
Surtió efecto. Al ver que los barqueros y algunos transeúntes no eran ajenos a ella, la poligonera se fue calmando y dejó de llorar, aunque seguía gritando lo mismo; pero esta vez se lo gritaba al perro:
- “¡¡PIRULÍÍÍN VEN CON MAMÁAA!! ¡¡PIRULÍÍÍÍÍÍÍÍN!!”
¡El perro se llamaba Pirulín! Entonces ya no me quedó ninguna duda de lo que había ocurrido: harto de convivir con semejante kinkarra, harto de humillaciones constantes y presa de la vergüenza ajena que le producía el volumen de la voz de su dueña, el perro había decidido fingir su propio suicidio por ahogamiento para después iniciar una nueva vida en cualquier otro lugar. Yo hubiera hecho lo mismo, así que interiormente le di ánimos al perro para que se alejase de las barcas y nadase hacia el otro lado, donde sin duda sería más difícil darle alcance:
- “¡Corre, Pirulín, corre! ¡Corre hacia la libertad!”
Durante unos breves instantes pareció que lo conseguiríamos, pero de repente… ¡zas! Una pareja se acercó remando duchamente en una barca, y mientras él maniobraba ella se agachó y atrapó al pobre perro Pirulín. La choni soltó otro alarido:
- “¡¡AAAAGGGHHHHH!! ¡¡LAN SALVAAAAOOOOO!!”
Y se echó a llorar otra vez; me imagino que de la emoción (nota mental: qué difícil a la par que peligroso debe de ser enjugarse las lágrimas cuando tus uñas miden más de tres centímetros).
Finalmente se hizo entrega del perro a su dueña, a pesar de que Pirulín luchaba por soltarse y huir. Ella le tenía abrazado a lo bestia, que parecía que lo iba a estrangular, y no dejaba de darle besos (nota mental: yo no besaría un perro que acaba de bañarse en el estanque del Retiro: ¡ahí cagan los patos y mean los borrachos!). El pobre Pirulín ladraba de frustración, y pronto entendí hasta qué extremo llegaba su dolor, cuando la poligonera, entre lágrimas, le explicó a una señora que pasaba:
- “¡¡EJ QUE LO PEÓ EJ QUE NO EJ LA PRIMERA VÉ QUE ME LO HACE!! ¡¡PIRULÍN MALO!! ¡¡QUE NO QUIEREJ A MAMÁÁÁÁ!!”
¿Termina esto aquí? Me cuesta creerlo. Sé que Pirulín lo intentará de nuevo tantas veces como haga falta; que depurará su técnica, y que, el día menos pensado, conseguirá escapar y encontrará una vida mejor en cualquier otra parte… Desde aquí sólo puedo decir: ¡ánimo, Pirulín!
21 comentarios
sa kani xula -
kokrann -
Nunca había oído la palabra "poligonera" (por mi zona no es muy común...) pero ya me he ido haciendo a la idea de su significado. Por cierto, me pregunto con que nombré bautizaría esta mujer al hijo de ese perro...
Pd. Valoro el amor de la dueña por su perro.
Besos!!!
Superflicka -
amapola -
Fanmakimaki t@}L}L -
Así está bien?
Bosco -
Superflicka -
Fanma, es un poco sádico reírse de esta historia. Yo lo que quiero es que lloréis. Que es una tragedia, hombre.
Mara y Arcoiris: como os veo concienciadas, seréis las primeras destinarias de la nueva gama de chapas pirulín que pienso distribuir ;)
Magapola: si conozco en algo a los madrileños... Creo que Pirulín viene de Pirulí (ya más de una vez oí que al pirulí de TVE lo llamaban Pirulín... Es que tienen una capacidad para los idiomas esta gente...)
Magapola -
arcoiris -
jajaja q bueno, me parto
bikos ;-p
Mara Jade -
Estoy contigo: CORRE PIRULÍN, CORRE HACIA LA LIBERTA!! MUERTE A L@S POLIGONER@S!!
Fanmakimaki t@}L}L -
Placiplóstilus -
Propongo hacer unas camisetas con su foto! Y otras con la foto de la dueña que ponga "Wanted" xD
Superflicka -
CVALDA, ¿dónde está tu corazoncito? ¿Cómo puedes sentirte mejor después de conocer la desgracia en la que vive Pirulín? Yo sin ir más lejos anoche no dormí. ¡Pobre Pirulín! Ojalá algún día logre escapar.
DENISE, PALOMA e IRIS: efectivamente, Pirulín es una víctima. Para empezar, debería haber una ley que regulase los nombres de mascotas: ¿con qué derecho le llamas a tu perro Pirulín? ¿No ves que los otros perros se reirán de él? Yo lo de las firmas lo estoy pensando muy seriamente; ahora que no sé si me atrevería a hacer entrega de ellas a la choni, no fuera a dejarme sorda al saludarlme...
Iris -
Un abrazo linda!
paloma -
pirulín es víctima del poligonerismo incipiente.
Me encanta tu prosa!!1
Denise -
AY POR DIOOOOS
JAJAJAJJAAJ
Hagamos una cadena de firmas para que liberen a Pirulín!!!!!!
Cvalda -
2ºCasos como el de Pirulín nos deberían servir para sentirnos mejor con nuestras vidas.
3ºÁngel y tú sois unos cacho de frikis, me parto leyéndoos ^^
4º¡Ánimo Pirulín!
Ángel -
Lástima de la falta de caracteres, porque mientras que los iletrados no saben que dos y dos suman cuatro, todos sabemos que la palabra definitoria del proceso de cambio de la persona ética a la persona moral en la filosofía de Kierkegaard según lo describe Adorno en sus memorias es "cococha".
Superflicka -
ÁNGEL: ¿sabe Duke que juegas a la xbox con otro perro? ¿Qué opina de ello? Y ánimo con la pregunta antispam. Pensé en cambiarla por "¿con qué palabra definirías le proceso de cambio de la persona ética a la persona moral en la filosofía de Kierkagaard según lo describe Adorno en sus memorias?", pero me faltaban caracteres.
Ángel -
(Y ahora a publicar el comentario, el momento de los nervios... ¿recordaré cuántos son 2+2?)
Habibi -
Así que has visto a Vicky Pollard? Hahahaha... pobre perro. Deberíamos tener secciones en los parques. Los intelectualoides que observan la naturaleza y la raza humana por una parte, y los kinkis con sus gritos por otra. hahaha