Me largo
Ya es definitivo. El 1 de Julio me largo a Estocolmo. Tengo el billete de avión y mi jefa está avisada (no se lo ha tomado muy bien).
Estoy acojonada. Puedo recapacitar y decir:
- "Es normal en mí, también me acobardé antes de irme a vivir a Francia, y fíjate que se me pasó en cuanto aterricé"
Pero yo tengo una capacidad increíble para no escucharme a mí misma, y el acojonamiento sigue ahí. No tengo casa, no tengo curro, y eso ayuda. Por no tener, no tengo ni una maleta decente...
Acabaré durmiendo en un banco del parque y envenenando a la gente en un McDo. En lugar de aprender sueco olvidaré lo que ya sé y finalmente me llevarán a algún centro de inmigrantes indocumentados (o lo que haya en Suecia). Finalmente me deportarán de vuelta a España y la gente me preguntará si aprendí mucho en Suecia y yo diré: sí, a quedarme tranquilita en ca la mama y dejar de intentar dominar el mundo.
ACTUALIZACIÓN: una chica de mi curro me acaba de decir que también ella se larga... porque se va ella sola, en plan mochilera, a recorrer África Occidental durante seis meses, "que es un viajecito que siempre le había hecho mucha ilusión". Así, de repente, irme tres meses a Estocolmo me parece... no sé... como muy poquita cosa, ¿no?
3 comentarios
Superflicka -
Tienes razón, Bosco, que tenemos memoria selectiva. Yo a veces me sorprendo cuando leo en mi diario, por ejemplo, alguna experiencia atroz en el instituto, mientras que yo pienso "¡Qué tiempos tan felices!".
Ea!, no te preocupes que Estocolmo es un ensayo general. Es verdad que para dominar el mundo mejor comenzar en una cueva en mitad del monte, tipo Bin Laden ;) Pero qué quieres, soy una víctima de la burguesía...
Ea! -
Por otro lado, deja de preocuparte. Probablemente acabes liándote con algún Otto blanquísimo y hartándote de salmón. Ninguna otra cosa puede ocurrir en Suecia.
Bosco -
Y el tiempo tiene la virtud de hacernos recordar solo lo bueno.