Blogia
La mirada de Superflicka

pero qué friki es la gente

¿Tú qué buscas?

La vida gira y se construye a base de sacrificios. Renuncio (por el momento) a estudiar cine, y por el momento me siento perdida, aunque al menos me estoy sacando el carné (aviso a peatones y farolas). Me admira que la gente busque soluciones a los problemas vitales en el Google... para acabar llegando a mi bitácora. Por ejemplo:

- Cómo fingir un orgasmo: no se, mira, yo no tengo madera de actriz, qué se le va a hacer. Pero siempre es cosa de ponerse.

- Bragas: tengo muchas, ¿qué pasa? Y ayer compré otras tres, que venían en un paquete. Fui al Sfera a comprarme un abrigo y volví con tres bragas. Pero es la última vez, me estoy quitando, de verdad.

- Chupado de flanco en bovinos: ¿ein?

- Denise en minifalda: definitivamente aquí , ¡y bien guapa que está!

- Fans de la Casa Azul en Murcia: debe de haber a manta, por lo que parece. Lo de cómo acaban llegando a mi bitácora, es un misterio. Yo estaba intentando ampliar el target a los fans de Manu Tenorio en Sant Cugat del Vallès, pero de momento no he tenido éxito.

- Fingir una gastroenteritis: muy sencillo: tú agárrate la tripa mientras gritas "¡Me duele, me duele!", y luego cágate encima. Desde luego es más facil y más conveniente que fingir un orgasmo (eso dicen).

- Fotos de amapola: eso tal vez aquí , aunque tampoco lo garantizo.

- Historia de la leche frita: había una vez una leche que estaba muy pero que muy enfadada con la harina porque la haría era muy pesada, y le gritó: "¡Me tienes frita, oyes!" (jurjurjur, qué graciosa soy, casi no me aguanto).

- Meaning of "Le Pastie de la Bourgeoisie": pues textualmente no significa absolutamente nada; lo que pasa es que cuando Murdoch compuso la canción le preguntó a Isobel Cambell cómo se decía en francés "hipocresía", y ella, que va por la vida de saber francés pero que en realidad no tiene ni idea (hay por ahí una versión de "Poupée de cire" interpretada por Isobel que da verdadera pena), le dijo "pastie" como le podía haber dicho "otorrinolaringólogo", y así quedó el título de la canción; queriendo significar "La hipocresía de la burguesía" y no significando nada en absoluto. Yaun así es una de mis preferidas; se ve que no tengo criterio.

- Qué es Placis: esto es Placis (garantizado).

Da qué pensar, que la gente que llega a mí en realidad busque a otros... Pero supongo que es la historia de mi vida: nadie me quiere por mí sino por mi popularidad (eh ben...).

Comienza la cuenta atrás para abandonar Ai No Shirushi y trasladarme a Blogger; os mantendré informados.

El próximo artículo tratará sobre las oposiciones a las que tal vez me presente, ¡agarraos! Que va a ser largo y aburrido, aunque a mí me apasione (el mundo oposición tienes muchos e interesantes recovecos).

¿Sólo me pasa a mí?

El otro día salí a montar con mi madre y una amiga que se dedica a cuidar caballos. No sé si alguien que me lea monta habitualmente, pero para el que no sepa diré que el mecanismo es muy sencillo: si quieres que el caballo vaya a la derecha le das con el talón derecho; si quieres que vaya a la izquierda le das con el talón izquierdo; y siquieres que vaya hacia adelante le das con ambos talones.

El caso es que esta amiga me ofreció montar a la mujeriega. La mujeriega es una silla que tiene este aspecto:

 

No se puede mostrar la imagen “https://ainoshirushi.blogia.com/upload/externo-9b35bd5252dce9c69e339070d1830bae.jpg” porque contiene errores.

 

Se usaba antiguamente (hasta hace bien poco, en realidad) porque estaba mal visto que una mujer se abriese de piernas en público. Así que con una silla como esta la amazona podía colocar ambas piernas sobre el flanco izquierdo del animal; dejando una inutilizada, claro, pero eso yo lo descubrí luego.

A mí me hizo mucha ilusión poder montar a la mujeriega porque siempre me he considerado una señorita que debería montar en picadero, y no por la nava entre las vacas (he de decir que una vez participé en un concurso de saltos en un picadero y todos quedaron admirados y dijeron que las chicas de pueblo somos mejores amazonas... Si es que tengo aquí un talento desperdiciado). Así que ensillé a la yegua que monto habitualmente, la Camansa (que no es mía pero yo finjo que sí), monté y le di con ambos talones para que empezase a trotar.

La Camansa, como recibió un golpe sólo en el flanco izquierdo (a causa de la dichosa mujeriega), giró hacia la izquierda. Yo me contrarié y repetí la acción de golpear con ambos talones. A lo cual la Camansa, obediente, volvió a girar hacia la izquierda. Y de repente me encontré a mí misma girando en círculos sobre el mismo punto, mientras mi amiga y mi madre avanzaban tranquilamente hacia el soto (yo no creo que no se dieran cuenta, lo que pasa es que a veces sospecho que mi madre se avegüenza de mí).

Opté por tranquilizarme, frenar a la yegua y recapacitar. Entonces pensé que podría sustituir la pierna derecha, que me colgaba por encima de la silla, por la fusta (en realidad es eso lo que suele hacerse, pero nadie me lo había explicado). Así que le di un fustazo a la Camansa, a ver si así avanzaba, pero debe de ser que me pasé de fuerza (no soy muy dada a la fusta), que la Camansa se encabrioló un par de veces; y según parece la silla no la había ajustado yo bien, que empezó a girar, lenta pero inexorablemente, hacia el flanco izquierdo de la yegua. Yo estaba bien agarrada, así que quedé colgando a un lado de la pobre Camansa, con la pierna derecha por encima de la corneta y la izquierda a saber dónde. Así la Camansa se calmó y con un ligero trotecillo alcanzó a mi madre y a mi amiga, que así que la vieron llegar, aparentemente desensillada y sin mí, primero se asustaron. Luego mi madre se asomó por el flanco izquierdo, donde andaba yo colgada, y puso esa cara que pone ella a veces de "no hay mayor desgracia que una hija tonta", y preguntó:

- "Hija, ¿qué haces?"

- "Jo mami, es que estaba mal sujeta la silla y me he resbalado"

E hice un puchero, que a veces funciona.

Bueno, ¿pues os queréis creer que mi madre se lo pensó largo y tendido antes de frenar a la yegua para que yo pudiese soltarme? Y luego ni siquiera me esperaron; siguieron adelante, mientras yo me quedaba ahí, tirada en el camino, con la Camansa pastando felizmente y una vaca que me miraba yo creo que como con lástima.

De veras que sospecho que mi madre se avergüenza de mí. Pero yo estoy dispuesta a demostrarle que estas cosas le pueden pasar a cualquiera. Pienso googlear la web hasta que encuentre el caso de gente más torpe que yo. No descansaré hasta entonces. ¡Nada me arrebatará el amor de mi madre!

La verdad sobre las películas de terror

La verdad sobre las películas de terror

Me gustaría dejar esto claro por si a alguno de vosotros se le pasa por la cabeza dirigir una película de miedo en algún momento de vuestras vidas:

Vivo en una casa de dos plantas con suelos de madera, rodeada por una finca arbolada de mil metros cuadrados, a cincuenta metros del camino asfaltado más cercano, a doscientos metros de la casa habitada más cercana, en un distrito municipal de 250 habitantes.

Por las noches las únicas luces que hay en la calle son los resplandores de las farolas de Segovia, que está a veinte kilómetros, y sólo se ven si el cielo está encapotado.

El silencio es absoluto.

Si alguna noche, mientras estoy en la cama, me despierta un ruido sospechoso, NO se me ocurre salir a la calle a ver qué es. Mucho menos si tuviese alguna sospecha de que mi casa podría estar embrujada. Simplemente me subo el edredón hasta taparme por completo e intento no hacer ruido al respirar.

Porque eso es lo que hacen las personas normales que viven en mitad del campo en casas de madera.

Por si a alguien le interesaba saberlo.

Los feos y la canción francesa

La estrategia de mis jefes ha cambiado y ahora paso las horas en mi trabajo sin hacer absolutamente nada, salvo mirar al frente y reflexionar. Y así, divagando, me dio por pensar en un hecho que todo el mundo admitiría como cierto: generalmente, los feos suplen su carencia con algún otro talento. Lo más común es que el feo del grupo sea además el más gracioso. Sin embargo, no siempre los feos tiran por la comedia: hay feos a los que les ha dado por la música, el cine, la literatura, etc; la cuestión es convertirse en un genio en lo que sea para que la gente olvide la cara de pie con la que nacieron.

Creo que el siguiente razonamiento puede definirse como prácticamente axiomático: a más fealdad, más talento (por necesidad).

Por tanto, deducimos que, en un país, a más feos por kilómetro cuadrado, más población con talento.

Y, ¿en qué país se acumula la mayor población de feos del mundo? Pues en mi opinión hay dos países que se reparten ese honor: Gran Bretaña (con Irlanda) y Francia (con Bélgica).

Otro día os hablaré de cómo el humor inglés es el típico caso de feos graciosetes. Hoy, sin embargo, quiero llamar vuestra atención sobre cómo los feos francófonos se han labrado un nombre en la canción, hasta el punto de que hoy en día en Francia, si un hijo te sale feo, le pones a estudiar piano ipsofácticamente.

EJEMPLO NÚMERO 1:

Jacques Brel fue toda su vida un ejemplo de suprema fealdad. Y, siendo tan extremadamente feo, fue un genio de la canción (lo que prueba mi teoría). Cuando escucho esta canción siempre pienso: "Claro, ella le dejó por otro más guapo". E inmediatamente me corrigo corrijo: ninguna mujer dejaría a un hombre que cantase como Jacques Brel y que compusiese esas letras, por feo que fuera. E aquí la primera moraleja: el talento por compensación funciona; las mujeres nos enamoramos de la personalidad y no del físico (así nos va).

EJEMPLO NÚMERO 2:

Con Jacques Brel hemos visto cómo ser feo nos es óbice para ligar si tienes el talento. Pues bien, Serge Gainsbourg (aquí viene la segunda moraleja) es la prueba de que, además de ligar, te puedes llevar a la más guapa: aunque tengas orejas como asas y una nariz que podría abrir latas de conserva.

A mí el tema Serge Gainsbourg / Jane Birkin siempre me ha obsesionado por una cosa: su hija, Charlotte Gainsbourg. Que digo yo: siendo hija de sus padres, ya podría haber sacado el talento de Serge y la belleza de Jane; y no al revés (es más fea que un tiesto, la pobre, y no precisamente la mejor cantante / actriz del mundo). ¡La genética es cruel!

EJEMPLO NÚMERO 3:

Que nadie se piense que el binomio fealdad / talento para la canción se limita a los años de oro de la música. Hoy en día, feos epatantes como Vincent Delerm siguen manteniendo alto el listón de la música francófona. Y que sea por mucho tiempo :)

En próximas entregas, si me apetece hablaré de otros temas interesantes como: Los feos y el humor inglés o Los feos en el cine: la verdadera historia de Jean-Paul Belmondo. O a lo mejor luego al final no.

Alienación del yo / Poligonera en chándal

Mi trabajo queda cerca del parque del Retiro y como parece que el frío no termina de llegar, muchos días después de comer me voy a dar un paseo junto al estanque; miro las parejas en barca y las familias con sus bebés que se asoman y me siento henchida de amor hacia la especie humana y de calma interior.

Sin embargo, es posible que eso haya cambiado para siempre. Porque ayer, en torno a las 15h37 de la tarde, fui testigo de un hecho trágico que aún ahora me sobrecoge: un intento de suicidio.

Yo lo vi venir. Correteando alegremente y sin collar (en contra de la ley vigente, por cierto), el perro se acercó a la endeble valla que rodea el estanque y se encaramó a ella. Calculó la altura de la valla, su propio tamaño (era un perro salchicha que no levantaba medio palmo del suelo), hizo un simple cálculo mental y se separó del estanque la distancia justa para tomar carrerilla y ¡chof! lanzarse de cabeza al agua.

Yo, según vi esto, pensé:

- “Fíjate, a ese perro le gusta el agua”

Pero entonces escuché un espantoso alarido que me heló la sangre en las venas:

- “¡¡MI PEEEEEEERRRROOOOOOOOO!! ¡¡AAAAAAGGGGHHHHHH!!”

Me di la vuelta justo a tiempo para ver cómo una chica que vestía un chándal rosa ajustado, con el pelo en una coleta, pendientes de aro y un pirsin en la nariz se abalanzaba, lanzando aullidos de dolor, sobre la valla y miraba a través de las lágrimas cómo el perro chapoteaba alegremente entre los patos.

- “¡¡SE VAHOGÁAÁAAA!! ¡¡AAAAAGGGHH!! ¡¡POR FAVÓÓÓ QUE ALGUIEN ME AYUDEEEEE!!”

La gente miraba a la poligonera pero nadie se atrevía a intervenir; más que nada porque era evidente que el perro se lo estaba pasando pipa y que no corría ningún peligro. Sin embargo, el oído humano no está capacitado para escuchar los alaridos de las chonis madrileñas durante mucho rato seguido, y ya había algunos en las barcas que procuraban acercarse al perro para cazarlo, a ver si así la chavala se callaba de una vez.

Surtió efecto. Al ver que los barqueros y algunos transeúntes no eran ajenos a ella, la poligonera se fue calmando y dejó de llorar, aunque seguía gritando lo mismo; pero esta vez se lo gritaba al perro:

- “¡¡PIRULÍÍÍN VEN CON MAMÁAA!! ¡¡PIRULÍÍÍÍÍÍÍÍN!!”

¡El perro se llamaba Pirulín! Entonces ya no me quedó ninguna duda de lo que había ocurrido: harto de convivir con semejante kinkarra, harto de humillaciones constantes y presa de la vergüenza ajena que le producía el volumen de la voz de su dueña, el perro había decidido fingir su propio suicidio por ahogamiento para después iniciar una nueva vida en cualquier otro lugar. Yo hubiera hecho lo mismo, así que interiormente le di ánimos al perro para que se alejase de las barcas y nadase hacia el otro lado, donde sin duda sería más difícil darle alcance:

- “¡Corre, Pirulín, corre! ¡Corre hacia la libertad!”

Durante unos breves instantes pareció que lo conseguiríamos, pero de repente… ¡zas! Una pareja se acercó remando duchamente en una barca, y mientras él maniobraba ella se agachó y atrapó al pobre perro Pirulín. La choni soltó otro alarido:

- “¡¡AAAAGGGHHHHH!! ¡¡LAN SALVAAAAOOOOO!!”

Y se echó a llorar otra vez; me imagino que de la emoción (nota mental: qué difícil a la par que peligroso debe de ser enjugarse las lágrimas cuando tus uñas miden más de tres centímetros).

Finalmente se hizo entrega del perro a su dueña, a pesar de que Pirulín luchaba por soltarse y huir. Ella le tenía abrazado a lo bestia, que parecía que lo iba a estrangular, y no dejaba de darle besos (nota mental: yo no besaría un perro que acaba de bañarse en el estanque del Retiro: ¡ahí cagan los patos y mean los borrachos!). El pobre Pirulín ladraba de frustración, y pronto entendí hasta qué extremo llegaba su dolor, cuando la poligonera, entre lágrimas, le explicó a una señora que pasaba:

- “¡¡EJ QUE LO PEÓ EJ QUE NO EJ LA PRIMERA VÉ QUE ME LO HACE!! ¡¡PIRULÍN MALO!! ¡¡QUE NO QUIEREJ A MAMÁÁÁÁ!!”

¿Termina esto aquí? Me cuesta creerlo. Sé que Pirulín lo intentará de nuevo tantas veces como haga falta; que depurará su técnica, y que, el día menos pensado, conseguirá escapar y encontrará una vida mejor en cualquier otra parte… Desde aquí sólo puedo decir: ¡ánimo, Pirulín!

¡Mi primer video!

 

 

¡No me lo puedo de creer! Es la primera vez que lo intento... ¡y funciona! Y sin consejos del google ni nada... sólo copiando así, a lo bruto ^^

Muchas gracias a todos por vuestro apoyo, ¡no soy tan dummie como pensaba! Dentro de poco aprenderé a poner chorraditas en los lados del blog (eso ya es usuario avanzado, pero en el curro tengo muuuucho tiempo libre).

Os dejo con el primer vídeo que se me ha ocurrido, que además es mi favorito de La Casa Azul. Otro día pondré otros más a cuento con lo que escriba (o a lo mejor empiezo a bombardearos con vídeos estúpidos sólo para celebrar que puedo hacerlo).

Aprovecho que estoy llena de amor para la humanidad y os digo: ¡os quiero a tod@s!

Yo quiero ser geek

Yo quiero ser geek

A pesar del rollo que me tiré el otro día hablando de cómo he introducido a mi madre en el universo windowsiano, ha llegado la hora de la verdad.

Esta es mi confesión: me llamo Superflicka, tengo 24 años y no sé HTML.

El único motivo por el que ésta mi bitácora sobrevive es porque en Blogia What you see is what you get, es decir, que es una buena sede de bitácoras para dummies. Y yo, amigos, soy una dummie.

Pero yo quiero aprender. Yo quiero customizar mi blog. Yo quiero poner vídeos musicales que expresen mi estado de ánimo, en lugar de sólo un enlace al youtube. Yo quiero poner una encuesta en el margen sobre quién es más guapa, Anna Karina o Jean Seberg. Yo quiero poner un playlist para que siempre que la gente entre en mi blog suene "Le pastie de la bourgeoisie" y en la oficina se les queden mirando por el estruendo.

También quiero que el papel tapiz no sea de un sólo color, sino de alegres lunares y / o florecillas (aún no lo he decidido). Y lo más de lo más sería que el dibujo del banner no me saliese pixelado, aunque he cambiado el formato enecientas veces y ya he perdido las esperanzas.

Soy una dummie. Quiero ser geek.

Nueve brasileños

Leo en una encuesta del EPS de esta semana:

-¿Cuál ha sido tu última fantasía sexual?

- La de volver a acostarme con nueve brasileños a la vez. Ya lo hice en una ocasión y estoy loca por repetirlo. (A. Giloux, 24 años)

No sé qué es lo que más me acompleja de semejante respuesta. Podría ser el hecho de yo misma nunca me he acostado con nueve brasileños a la vez, y sin embargo... ¿Cómo demonios practicas el sexo con nueve personas simultáneamente? ¿Será que yo no tengo imaginación? (Porque la única manera que se me ocurre es hacerlo con uno mientras ocho miran.)

El detalle no es sólo que fuera con nueve (a la vez): es que encima eran todos brasileños. Brasileños es guay. Si fueran lituanos o austríacos ya no sonaría tan bien. De hecho, tú le dices a alguien: "Me acosté con nueve austríacos a la vez", seguramente no te creerían, o inclusos podrías ganarte mala fama ("mira, esa es la guarra que se lo monta con grupos de turistas").

Más aún: ¿cómo lo hizo la piba para ligarse a los nueve? Yo soy más bien mona y considero un triunfo ligarme a uno o dos al año (y por separado). ¿Cómo hizo para acordarse de todos sus nombres y no equivocarse en el fragor de la batalla? ¿Y luego les tuvo que invitar a desayunar? ¿De qué tamaño era la cama? ¿Siendo tantos hombres y sólo una chica, no se quedaría alguno a medias? (Porque lo que yo me planteo, que si ninguno de los nueve ha querido repetir, algún motivo habrá).

Tantas preguntas sin respuesta...

Friki de idiomas

Un amigo que tengo aquí en Suecia dice que yo soy una friki de idiomas ("language geek") porque estudio idiomas sin ninguna finalidad concreta, y, encima, lo encuentro divertido.

Pero es que los idiomas son divertidos. Además de abrirte un mundo infinito de posibilidades para viajar, ligar, presumir y trabajar, resulta fascinante descubrir cómo las personas se enfrentan a la realidad a partir del lenguaje. En castellano, por ejemplo, tenemos una tendencia a jugar con el idioma mayor que otras culturas. Mi madre a las zapatillas las llama zapas, y, sin ningún motivo lógico ni científico, esa palabra suena más simpática que zapatillas. Así que está claro que, para los castellanohablantes, las palabras deformadas son graciosas.

Todo esto intenté explicárselo a Pernilla y su familia, que me invitaron a cenar, cuando me entró una risa descontrolada cuando me ofrecieron patatas con espárragos y los llamaron... atención... ¡¡potatis con esparris!! Que alguien se atreva a decirme ahora que los idiomas no pueden ser divertidos ^^

Yo quería ser una chica yé-yé

Yo quería ser una chica yé-yé
El otro día fui a tomar un café con unos amigos (australiano uno; escocés el otro). Asombrada descubrí que no sabían qué era ser yé-yé y nunca habían oído hablar de Françoise Hardy, ni de France Gall, y que a Serge Gainsbourgh sólo lo conocían por el "Je t'aime, moi non plus" ("aah sí, la canción esa del orgasmo"). Me pidieron que les ilustrara y ayer les escribí un emilio con un pequeño resumen de la época yé-yé. Ni está completo ni lo pretende (pretendía añadir más sobre los chicos yé-yé, pero me cansé de escribir); a mí lo que me fascina es que una cabeza como la mía sea capaz de acumular tanta información inútil y sin embargo me costara horrores sacarme la carrera en cuatro años :S
 
Being yeye means being young, innocent and cute

The yeye mouvement had its origins in the radio program "Salut les copains", created by Lucien Morisse and hosted by Daniel Philippacci, which was first aired in December 1959. This program became an immediate success and one of its sections ("le chouchou de la semaine" / "this week's sweetheart") turned to be the starting point for most yeye singers. Any song that was presented as a chouchou went straight to the first places in the charts. The "Salut les copains" fenomenon continued with the magazine of the same name which was first published in 1962 in France, with German, Spanish and Italian editions following shortly aftewards.

Yeye music was new in a number of ways: first, it was the only musical movement so far to be spear-headed by females; second, it was a mostly European thing (although it grew very popular in Japan and yeye music is in the origins of Shibuya-kei; convince youselves by listening to the Japanese version of the 1964 Eurovision-winning song " Poupée de cire, poupée de son" composed by Serge Gainsbourgh and performed by France Gall). Yeye girls were young (France herself was only 14 when she released her first album, 16 when she won the Eurovision song contest for Luxembourg) and innocent (most of their songs talked of finding the first love, such as Francoise Hardy's "Tous les garcons et les filles" (" All the guys and girls my age know how it feels to be happy, but I am lonely, when will I know how it feels to have someone?").

They were also sexy, in a naïf way. Gainsbourgh called France Gall the French Lolita, and, wanting to check to which extent her innocence was real, composed for her the song " Les sucettes" ("Lollipops"): "Annie loves lollipops, aniseed lollipops, when the sweet liquid runs down Annie's throat, she is in paradise ". Do take a look at the video. It is amazing to think that not even that video (with all those giant penis-like sucettes dancing around) rang a bell for poor France! She was finally told of the double meaning of the song and that is when her yeye period finished... Her innocence was gone and it took her some 5 years to sing again, now with a completely different style.

Among the yeye girls, Sylvie Vartan played the glamourous one. She married rock star Johnny Halliday in 1965 and toured in America and Asia. But she stayed always a yeye, and as late as in 1968 she recorded the song "Jolie poupée" about a girl that regrets having abandoned her doll after growing up.

But as I said in the first place, the yeye movement, although originated in France, was an European one. Italy's Mina was a different yeye: she composed her own songs with influences from jazz and rock'n'roll, and in songs such as " Fumo blu (taratata)" she dared to sing "The way you smoke, you are irresistible to me, you look like a real man". As oposed to her, Rita Pavone was the average, childish yeye girl. In her 1964 hit "Cuore" she complains on how much love makes her suffer.

In Spain, yeye music was at first considered to be against Catholicism (during the 1967 Beatles' concert in Madrid more than 500 girls from the public were arrested under the charge of wearing too short skirts). However this din't stop the yeye culture from spreading, although a bit later than in the rest of Europe, and in 1968 yeye girl Massiel won the Eurovision song contest with "La, la, la" , wearing the most wonderfully yeye dress I have ever seen. However she failed to remain successful and it was the sweet, naïf Karina the one to be crowned as the Spanish yeye queen with her hits "En un mundo nuevo y feliz" and " El baúl de los recuerdos".
 
Yeye boys

As I have mentioned, the yeye movement was led by female singers, but that does not mean that there were not any yeye guys. We should, however, note the difference between the yeye masterminds (such as Serge Gainsbourgh, who wrote most of the songs performed by the yeye bunch, but did not quite have a yeye attitude himself) and the actual yeye singers. These were harmless, romantic boys singing mostly ballads and love songs. Michel Polnareff, for example, played the tormented, hopeless lover in songs such as " Love please love me", while Jacques Dutronc claimed having seduced Father Christmas' daughter in " La fille du pere Noel". However both of them gained more success after the end of the yeye years, so maybe we could not properly call them yeye singers.

Los huéspedes del hotel Clarion de Estocolmo

  • Los estadounidenses: No son especialmente ruidosos, pero les encanta dar conversación a los camareros. Estás tu cargada con una bandeja con ochenta platos, miles de cubiertos, doce tazas y varios vasos en dudoso equilibrio, y ellos te empiezan: "En Ámerica es costumbre dar propina, y claro, aquí nos cuesta acordarnos de que está prohibido, claro, el sistema sueco supongo que funcionará mejor, con eso del sueldo fijo, pero en América (repiten el nombre de su país siempre varias veces) ganas mucho de camarero, yo mismo..." etc. Y tú con cara de "viva Bin Laden", pero nada, ni caso.
  • Los españoles: son muy ruidosos y de toda la vida me desagradaban, pero desde que estoy en Suecia me parecen súper tiernos. La mayoría olvidan que estan en un hotel de lujo y se recogen sus propios desayunos, incluso te piden bayetas para limpiar las mesas. Cuando se dan cuenta de que eres española empiezan a llamarse unos a otros: "¡Fernaaaando, que hay aquí una chavala de Segooovia!" "¡Hostiacoooño!¡Pero si nojootros somos de Cuéeellar!" Y te empiezan a dar pellizcos en las mejillas y y palmadas en el brazo, y se esfuerzan aún más en recoger su propio desayuno y dejarlo todo limpio.
  • Los portugueses: yo nunca he estado en Portugal y antes de venirme nunca conocí a ningún portugués. Pero me he hecho fan. Los portugueses son como españoles, pero más calmados. Si notan que eres española te dicen "Los españoles son los nuestros hermanos, ¿sí?" Y luego, como los españoles, se limpian su propia mesa (debe de ser algo del clima). Yo me imagino Portugal como un país acogedor lleno de gente súper amable que habla bajito y sonríe mucho.
  • Los rusos: los rusos son míos. A los otros camareros ya les ha quedado claro; cada vez llega un grupo de rusos yo me lanzo corriendo a darles conversación. Los hay de dos tipos: los normales y los nuevos rusos. Los normales son unos cieletes: te alaban lo bien que hablas ruso y se sorprenden de que en España haya gente que lo estudie. Los queridos nuevos rusos, fuera de tópicos, miran con asco a cualquier camarera que ose dirigirles la palabra y bajan el tono de voz, porque a lo mejor les estás espiando.
  • Los japoneses: silenciosos y sigilosos. Ahora están... ahora ya se han ido. Nadie los ve llegar, nadie los ve marchar. ¿Estuvieron? No se sabe...
  • Las familias con niños: da igual el país, porque son universales. Los niños corretean por el restaurante y te tiran los cubiertos al suelo. Los bebés vomitan en la mesa o en el sofá y las madres siempre quieren que les calientes el potito en el micro, a pesar que vas cargada como una mula. JURO que si, Dior no lo quiera, acabo siendo una mujer casada con hijos, no volveré a irme de vacaciones con ellos hasta que sean mayores.
  • Las parejas de luna de miel: no son tan corrosivas como si tuvieran niños, pero están tan emperrados en que su luna de miel sea perfecta que pueden ser un poco tocaovarios. Limpias la mesa, se sientan, la miran y te dicen: "no está limpia, límpiala otra vez". Dan ganas de mandarles a la mierda, la verdad.

World wide Lepe

¿Alguien se acuerda de los chistes de Lepe? Estuvieron muy de moda hace una década; yo incluso recuerdo un programa de la tele titulado "Desde Lepe con humor". A los pobres Leperos se les daba una imagen no ya de ingenuos, sino de retrasados mentales...

El otro día, en la clase de ruso, la profesora nos contó que el equivalente allí de los chiste de Lepe son los chistes de ucranianos. Y si alguien alguna vez pensó que los chiste de Lepe son crueles, es que no conoce el humor ruso (bueno, personalmente, sólo con leer las "objetivas" noticias del Pravda me da la risa, pero ésa es otra historia). Los chistes de ucranianos no están basados en lo inocentes que son, sino en lo puteados que están. Por ejemplo, el chiste que aparecía en la portada del Da Mozhet (el periódico rusohablante de Madrid, equivalente del Sí Se Puede, Oui C'est Possible y otras publicaciones gratuitas para inmigrantes) decía:

- "¿Qué bebida es la más popular ahora en Ucrania?"

- "El agua sin gas"

Yo me imagino a los rusos leyendo el chiste y riéndose entre dientes, mientras piensan: "les hemos cortado el suministro de gas, jurjur, que cabrones somos, jurjur, jódete Yúshenko, arrodíllate ante Gazprom".

La verdad es que los pobres rusos están ellos mismos tan puteados por... en fin... ellos mismos, que no me parece del todo mal un poco de humor autocomplaciente (también tienen chistes sobre sí mismos en los que se tratan de imbéciles; a mí me da un poco de pena cuando me los cuentan, pero a ellos les parecen divertidísimos).

Luego están los chistes de belgas que son tan populares en Francia. Cuando tenía 19 años una estudiante erasmus de Mons-Hainaut que medía medio metro y tenía el pelo estropajoso me robó al novio, y desde entonces yo también me aficioné a los chistes de belgas. Justo el otro día un amigo mío me asaltó de la siguiente manera:

- "Psst. ¿Te sabes lo de los belgas que fueron de vacaciones al estrecho de Calais?"

- "Puessss no... ¿Qué pasó?"

- "Pues que al llegar al pueblo vieron la señal que decía: PAS-DE-CALAIS, se quedaron mirándola embobados y finalmente uno dijo: Pas d'Calais...! Alors, on retourne?"

Estuve tres días riéndome sola con este chiste, que supongo que no tiene mayor gracia que uno de Lepe, pero es que las rivalidades nacionales me encantan. También me han contado que en Suecia triunfan los chistes de fineses, pero aún no me sé ninguno... Ya en cuanto llegue allí buscaré a quien me lo cuente (jurjur).